Yûta consiguió la inmortalidad el día que comió carne de sirena, y ahora lleva ya 500 años viviendo. Deambula de un lado para otro con Mana, una jovencita con quien se cruzó en su viaje y que, al igual que él, obtuvo la vida eterna sin pretenderlo. En este tomo, el encuentro entre Yûta y otro inmortal desencadena una nueva tragedia...