El personaje de esta novela es totalmente real. Pero su vida, y la de su padre, parecen anécdotas arrancadas de las páginas de una novela histórica de espionaje. La historia discurre paralelamente en dos planos: los años iniciales de la década del sesenta, cuando un alto oficial de la Stasi, el servicio secreto de la antigua Alemania comunista (RDA), asesoraba en La Habana la formación de los órganos de la Seguridad del Estado de Cuba, y la investigación personal que, como turista, intentó realizar décadas después el supuesto hijo de este oficial, tras descubrir sus orígenes cubanos en los archivos desclasificados de la Stasi luego de la caída del muro de Berlín. Una trama de complicidades secretas entre la Stasi, la KGB soviética y el DSE cubano, aderezadas con anécdotas personales de los protagonistas en su contacto con controvertidos personajes de la política del siglo XX como el Ché Guevara, Camilo Cienfuegos, Fidel y Raúl Castro, entre otros. La única ficción en esta novela es la necesaria adecuación de la trama y la dramaturgia a la estructura del género.