Julio César es el más joven de los tres triunviros que se reparten el poder en Roma, aunque sus recientes victorias en las Galias han acrecentado considerablemente su popularidad y fortuna. Sin embargo, la muerte violenta de Craso, en Asiria, deja a Pompeyo y a César frente a frente. El 12 de enero del año 42 a.C, César llega al río Rubicón junto con la legión que le sigue. Pompeyo le aguarda en Roma, convencido de su superioridad. El Rubicón es el límite de su provincia y, como cónsul, Cesar sabe que si él y su legión lo cruzan ello implicaría atentar contra la ley de Roma y supondría el inicio de una guerra civil. La historia nos dice que, ante la magnitud del reto a asumir y los riesgos que arrostraba, quizá por primera vez en su vida, Cesar dudó. Fue en ese momento cuando decidió consultar a su antiguo maestro. Este libro recoge la conversación entre los dos hombres, que es también una conversación entre los dos autores de esta obra. En ella se pone de manifiesto la absoluta modernidad del personaje de César, pendiente de la ôopinión públicaö y, según la moderna expresión, del ôrelatoö, como ningún hombre lo había estado antes en la historia. Frente a él, la sabiduría y los viejos valores de su maestro. El resultado es una novela epistolar tan lúcida como memorable.