Carmen, la madre de Mikel, se dispone a ingresar en el despacho de su hijo. No sabe sabe que Imanol está ahí. Que después de pasar veintisiete años en prisión, ha regresado para derribar los muros tras los que encerraron a un inocente.La trama urdida pronto será desvelada, pero ¿bastará para cerrar las heridas del pasado? ¿Bastará para cambiar las convicciones de quienes ya dictaron sentencia?En esta historia que también forma parte de los capítulos más tristes de la historia de España, las heridas y convicciones dictan el camino de los personajes.Después de leerla, serás consciente de que las sentencias que más nos importan son aquellas que dictan jueces sin toga.