«Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancia. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper».Mito oriental.¿Puedes escapar de tu Destino?Puedes intentarlo, pero nada más. El Destino de Olatz era Ates.Estambul, Milán, Nápoles y Roma son testigos de su huida constante. Pero siempre había algo o alguien que les volvía a reunir irremediablemente. Incluso dos tenientes italianos que fueron partícipes deLa Ocupación de Constantinopla, hace cien años.