La Semana Santa, tal y como la conocemos hoy, tiene sus raíces en una celebración popular que se remonta a los últimos años del Medievo. Desde los sangrantes penitentes de los cortejos iniciales hasta los grandiosos desfiles barrocos, esta obra explora la rica evolución cultural que cimentó nuestra fiesta actual. A través de un minucioso análisis de fuentes historiográficas, piezas patrimoniales, arqueológicas y diverso material gráfico, se desvelan las concepciones rituales y estéticas de la época, así como la integración de la praxis pasionista en la ciudad sacralizada. La expansión de los modelos penitenciales desde la metrópoli hispalense y la confluencia integradora del fenómeno cofrade interterritorial son abordadas con profundidad, ofreciendo respuestas a las preguntas sobre su génesis y características fenomenológicas. Este libro es una inmersión en los condicionantes etnográficos e ideológicos que moldearon una celebración religiosa que ha implicado a todos los estamentos sociales a lo largo de los siglos XVI al XVIII. Con un epílogo ilustrado y liberal, se cierra un capítulo definitorio de una e