La venganza continúa. Akamine sufre por un amor no correspondido y Utsumi lo consuela abnegadamente solo para jugar con él y después abandonarlo. Todo va acorde con su plan, pero cada vez que Akamine lo convierte en un mero sustituto, él nota una punzada en el pecho. Después de haber llegado a lo más hondo, finalmente Utsumi vuelve en sí y se da cuenta de que lo quiere. Por su lado, después de haber perdido el vínculo sexual que los unía, Akamine acaba por percatarse de lo que Utsumi siente por él y... Llegamos a la conclusión de esta relación dominada por la obsesión. BL