Ordicia, Guipúzcoa, 10 de septiembre de 1986. Un desconocido se acerca a Dolores González, quien pasea con su hijo de tres años, y le descerraja tres tiros en la cabeza sin miramientos a plena luz del día. Es el asesinato de Yoyes, primera mujer dirigente de ETA. Este es el luctuoso hecho que une a un guardia civil y a dos funcionarios de prisiones para dar comienzo a su particular cruzada contra la banda terrorista durante los años de plomo, la época en la que la Guardia Civil y los funcionarios de prisiones destinados en el País Vasco habitaban territorio hostil, y donde el más mínimo descuido, la más absurda delación, podía costar una vida. En La conjura de los tercios se narra la peculiar historia de tres valientes búfalos que se rebelaron contra una manada cobarde y traicionera de leones, teniendo que sortear infinitos silencios cómplices de una sociedad enferma y adormecida, cuando no la impasibilidad de ciertas políticas.