Del autor de No digas que fue un sueño, con más de un millón de ejemplares vendidos. Tras la caída de Alejandría en manos romanas y la muerte de Marco Antonio y Cleopatra, Octavio se lleva a Roma a los hijos de ambos, Cleopatra Selene, una niña con nombre de diosa luna, y Alejandro Helios, último sol de Egipto, y los entrega al cuidado de Octavia, su hermana y viuda de Marco Antonio. Cleopatra Selene es una niña triste, sumida en la nostalgia, que añora a sus padres y hermanos desaparecidos, que sueña con su ciudad perdida. Solo Fedro, el humilde jardinero de la casa, es capaz de sacarla de su apatía regalándole un ramo de flores cada día y preguntándole por su ciudad natal. Pronto aparece en escena Juba, hijo del derrotado rey de Numidia, con quien el emperador ha decidido casar a Cleopatra Selene. El nuevo matrimonio real viaja a Numidia junto a Fedro, el leal jardinero, que siente su destino ligado al de Cleopatra. Pero el pueblo no acepta las costumbres romanizadas de la pareja y estallan revueltas que los llevarán a un nuevo exilio, a un nuevo horizonte por descubrir.