Amanecer con las vistas de los montes Jura y un café en el florido bar de un pueblo en la Alta Saboya;alternar la tranquilidad de la vida rural con opciones como museos de arte en Lyon y París;hacer senderismo y esquí en los Alpes, piragüismo en las rutilantes aguas del lago de Annency y recorrer las impresionantes rutas por carretera hasta Beaujolais y Borgoña u otras regiones tan distintas que parecen otro país. En Francia, la variedad es increíble y nunca decepciona: su naturaleza es fascinante y está repleta de aventuras. Allez!