Todas las noches, la Luna cabalga escoltando a la oscuridad alrededor del mundo. Y justo detrás de la Luna, al filo del amanecer, encontramos a Comenoches. Mordisquea la oscuridad, saborea las estrellas y le va abriendo el camino a su amigo el sol. Hasta que Comenoches se niega a comer ni un solo pedacito más de noche. ¿Qué sucede entonces? Al principio, la gente sigue alegre aun y la oscuridad, pues descubre cosas que jamás ha imaginado: animales nocturnos, perfumadas flores cuyos pétalos sólo se abren de noche? Sin embargo, pasado un tiempo, el mundo sin luz no resulta tan mágico. ¿Volverán los colores y la alegría a la Tierra?