Bruno Salvador, Salvo para los amigos y enemigos, es el hijo de un misionero católico irlandés y de una congolesa. Educado en la escuela de la misión y más tarde en un santuario para niños, se ha convertido en un reconocido intérprete de lenguas africanas minoritarias. Reclutado por los servicios de inteligencia británicos, Salvo es enviado a una reunión secreta entre financieros occidentales y señores de la guerra congoleños en la que deberá interpretar asuntos que nunca deberían haber llegado a su renacida conciencia africana.