Al terminar la guerra civil, España entera podía considerarse zona devastada. Para reconstruirla, Franco recurrió a una mano de obra totalmente gratuita: los presos políticos. Reducidos a la condición de esclavos por la patria, estos trabajadores forzados fueron quienes levantaron el Valle de los Caídos y pusieron los cimientos de la España del desarrollo. Isaías Lafuente documenta con precisión el mapa de la explotación, los intereses económicos que animaron desde sus inicios el sistema de redención de penas, y cuantifica, por primera vez, las ganancias que el régimen de Franco obtuvo explotando a los vencidos. Además recoge testimonios de los propios reclusos (muchos ya muertos) para reconstruir la tragedia personal de aquellos hombres y mujeres que fueron las víctimas silenciadas del franquismo.