En palabras de la autora: «Cuando uno aprende a amarse, ser amable consigo mismo, aceptarse tal cual es y sentirse agradecido por el regalo de la Vida... despierta la magia hadada, y la alegría esparce su risa por los pliegues alados del alma.» Esta es la historia de alguien que recuperó la dignidad primigenia y así pudo desplegar sus alas de luz.