Carlos Matallanas, exdeportista y querido periodista deportivo afectado por la ELA, nos trae un breve y emocionante ensayo, estructurado a modo de manual de fútbol, sobre la importancia de tener una pasión. LAS REGLAS DE LA VIDA SON COMO LAS REGLAS DEL JUEGO: SE APRENDEN CON LA PRÁCTICA Y FORJAN EL CARÁCTER «Voy a hablaros de lo único que sé de verdad, la única disciplina que me llevó al eureka, donde encontré alguna respuesta crucial, que me hizo ser consciente de que algo, mucho o poco, había comprendido de este tinglado absurdo que llamamos vida». Carlos Matallanas, exdeportista y querido periodista deportivo, nos trae un breve y emocionante ensayo, estructurado a modo de manual de fútbol, sobre la importancia de tener una pasión. Nos habla de la vida como juego y del fútbol como metáfora de la existencia. Desde sus páginas, el autor transmite su amor por el deporte, pero utilizándolo como excusa para filosofar sobre temas como la perseverancia, la empatía, el respeto, la solidaridad o la resiliencia. El fútbol ha dado sentido a su vida, incluso para enfrentarse a su enfermedad, la ELA, que lo tiene inmovilizado en una cama desde la que escribe estas líneas a modo de ensayo para sus sobrinos y para todo aquel que lo quiera leer, «porque siempre habrá un niño mirándote y al que le debes dar el mejor de los testigos: tu ejemplo ».