Tras 16 años de estudio previo, se editó el primer tomo, que trata la historia desde la aparición y la extensión del cristianismo, hasta su elevación a religión del Estado. El libro comienza con una visión del Antiguo Testamento. Deschner describe la invasión de los israelitas, tras la pérdida de poder de Egipto en Palestina durante los siglos XIV y XIII a.C. y la destrucción del sistema de ciudades estado cananitas. Esta introducción, que no afecta directamente al cristianismo, sino al antiguo judaísmo, presenta la contradicción entre las reivindicaciones religiosas y la violencia política: Deschner ve en ello el origen de una tradición de guerra santa que más tarde provocará innumerables asesinatos en masa en nombre del Dios de Israel. Describe las muchas penas de muerte previstas en la Torah para delitos religiosos, la política de conquistas del Rey David, el poder y la corrupción de los sacerdotes y finalmente el sometimiento y la destrucción de Israel en época romana. El éxito del cristianismo en el Imperio romano sólo fue posible gracias a dicha destrucción, ya que así los cristianos podían considerarse como el «Israel auténtico de Dios».