Desde el primer poema, Conversos te agarra por el corazón y por la curiosidad. Se lee como una especie de carta, un compendio de consejos de un padre a su hijo. Hay lugar en estos poemas para el juego (y el fuego);entre fantásticos juegos de palabras nos encontramos con fragmentos de sabiduría que como las llamas nos iluminan y nos abrigan ante lo difícil de esta vida, especialmente la verdad dura que algún día, se termina. Con versos —con palabras sencillas o complejas pero siempre sorprendentes— Bertoglio comunica lo esencial de nuestro mundo: que está lleno de magia y rutina, de innumerables gozos y dificultades, de contradicciones y de belleza, tal como este libro. Laura Walker