¡PUF! ¡Qué mal huele! Me voy de aquí. ¡A gatas! Para salir corriendoà Hay días en que todo se percibe diferente y nos desconcierta no conocer el motivo. Esto es lo que le sucede a nuestro pequeño, que huye del mal olor. Este divertido periplo a través del sentido del olfato se resuelve con una divertida conclusión: escapar de los problemas no sirve de nada. Olerlos, sí.