Edward se siente un poco fastidiado. Los calcetines no están en el cajón acostumbrado, nadie le ha calentado la leche del desayuno...Su madre no está haciendo las cosas como debe. íQué desastre! No le queda más remedio que despedirla. ¿Podrá ahora seguir con su buena vida? ¿O habrá cometido un gran error? Un libro que muestra con humor e ironía la importancia de los vínculos familiares.