La primera redacción de la fantástica novela que es "Los recuerdos del porvenir" data de 1953, cuando su autora, Elena Garro, según ella misma contó, la escribió durante una convalecencia "como un homenaje a Iguala" y a su infancia. Sin embargo, tras esto, la obra pasó años dentro de un baúl que su autora trasladó a distintos sitios y olvidó largo tiempo en un hotel, e incluso resultó quemada parcialmente, por lo que antes de publicarse en 1963 (cuando lo que después se llamaría "boom latinoamericano" ya comenzaba a tomar forma e impulso internacional), hubo de ser revisada y parcialmente reescrita. Aclamada, no obstante, por no pocos compañeros de generación, y refrendada aquel año por el premio Xavier Villaurrutia, la novela pasó de inmediato a situarse entre las más emblemáticas de la segunda mitad del siglo XX, a pesar de lo cual históricamente ha recibido una atención por parte de la crítica mucho menor que otras obras de igual o inferior calidad. Esta edición presenta por primera vez "Los recuerdos del porvenir" y sus apasionantes claves interpretativas a la luz de su contexto histórico y social, su entorno literario y sus complejas condiciones de creación y recepción.