Desde 1940, la ciudad de València ha cambiado de forma radical, mucho más que en el siglo precedente.Ha aumentado el radio, se ha construido la mayor parte del stock de viviendas existente, la población ha crecido en más de 300.000 personas, el área metropolitana se ha consolidado y ha incorporado nuevos terrtorios. Las infraestructuras y servicios se han multiplicado. Y todo ello ha sido el resultado de un proceso de construcción- destrucción. Es cierto que la ciudad todas las ciudades se construye sobre sus ruinas pero: la ciudad construidano necesariamente tiene porque ser motivo de orgullo.Ha habido destrucción, física y de la memoria histórica, no siempre necesaria y justificada y los nuevos tejidos urbanos y sociales con los que nos toca lidiar no son precisamente una bicoca más allá de la propaganda oficial.