No solo la observación hace al detective, también son necesarias otras cualidades, como la imaginación. Porque para atar cabos con acierto, es imprescindible imaginar qué puede haber detrás de cada misterio y este libro ofrece un buen entrenamiento. Las ilustraciones muestran cómo el mundo real se puede transformar en miles de mundos mágicos que solo son posibles si somos capaces de imaginarlos.