La masonería española nace, históricamente, en 1801, con una logia militar denominada La Reunión Española situada en la ciudad portuaria de Brest y bajo la obediencia del Gran Oriente de Francia. Estos masones españoles acuerdan en logia propagar el masonismo a su regreso a España. Más tarde, llegaría la Guerra de Independencia con sus invasoras logias militares bonapartistas y sus logias colaboracionistas afrancesadas, creando estas la primera Gran Logia Nacional de España. Las Cortes de Cádiz prohibirán la existencia de la masonería.