Hace veinte años, la doctora Pilar Muñoz-Calero tuvo su primera y más aguda crisis de Sensibilidad Química Múltiple. La médico entusiasta que había sido hasta entonces se iba ensombreciendo hasta volverse un espectro de sí misma. El día en que entró en un hospital en Dallas que trataba enfermedades ambientales emergentes pesaba 35 kilos y algo le decía que no iba a ver más a sus hijos. La embriología del universo nace de este sobrecogedor episodio autobiográfico y narra la metamorfosis que vino después. Un acto de reaprendizaje: desaprender para volver a aprender aquello que de verdad tiene sentido. El libro es una invitación a despertar y frenar la hiperproducción a cualquier precio que hoy se refleja en tragedias como el calentamiento global o el culto a lo que nos intoxica y nos mata. Una obra, también, llena de serena sabiduría con el que parecerá que estamos oyendo meditar al universo.