Desdichas de una familia victoriana es un divertimento, un juego absurdo, irónico e improbable. Incluso así, teniendo en cuenta las maravillosas historias que la era victoriana ha inspirado, podría uno pensar que esta familia marcada por la fatalidad pudiera haber existido. Con guiños que recuerdan a Edgar Allan Poe, Dickens y especialmente a Edward Gorey, este relato no pretende nada más que divertir con imágenes de historias de un mundo y un tiempo desaparecidos.