Entre susurros, se decía que el Sol protegía a su pueblo predilecto: Catwell. Se comentaba que este les concedió un obsequio único a sus habitantes. El Sol les había otorgado sus rayos, los cuales dotaban de increíbles habilidades a aquellos que los poseía n. Sin embargo, al ser asesinada la reina Miwa, la vida de los habita ntes de Catwell no volvería a ser la misma. Los rayos del Sol los abandonarían, prevaleciendo un eterno frío. En medio del crudo invierno, un rayo de esperanza nacería con el nombr e de Rachel.