El objetivo primordial de este manifiesto es de doble alcance: por una parte,   superar el hedonismo rudimentario y grosero, basado únicamente en la   satisfacción elemental de las necesidades más primarias. Por otra, de modo muy   especial, refutar las teorías de inspiración deontológica, neokantiana y   neopuritana (que, en la actualidad, pretende ser un correctivo al hedonismo   "vulgar" imperante), tanto por la manera como dichas teorías se formulan   académicamente, como por el desarrollo que las iglesias e instituciones   moralizadoras hacen de ellas.