Fellix Guattari, despues de haber colaborado con Deleuze en una serie de libros cruciales para el pensamiento contemporaneo, se enfrasco en un proyecto inusitado,la confección de un guión cinematográfico de ciencia-ficción con el que pretendía culminar unas aspiraciones creativas que siempre habían permanecido agazapadas tras su labor como pensador y psicoanalista heterodoxo. En la obra se exploran las relaciones entre imagen, tecnología y pensamiento, ofreciendo la posibilidad de una teoría fílmica posdeleuziana que fundamente la estética cinematográfica del futuro inmediato.