La familia de Ana, la protagonista y narradora de esta historia, lleva una vida nómada por España debido al trabajo de su padre. Desde niña acusa esos constantes traslados, que le impiden tener arraigo a ningún lugar y consolidar amistades durante sus primeros años de vida. En determinado momento de su infancia, su madre, Sabel, empieza a mostrar un extraño desapego hacia ella. Cuando su padre se ausenta del hogar familiar por una larga temporada, la relación maternofilial estalla a causa del cruel comportamiento de Sabel. Ese hecho afecta a la personalidad de Ana hasta tal punto que se convierte en una persona vulnerable y muy tímida, y se crea poco a poco una coraza que dificulta sus posteriores relaciones sociales. Una historia que refleja cómo un entorno familiar hostil puede condicionar toda una vida.