El ´Sueño Americano´ no es solamente americano, es un sueño universal. La razón por la cual lo llaman ´Americano´ es quizás porque principalmente en Norteamérica existen los medios materiales e institucionales para realizarlo. De todos los rincones del mundo, y sobre todo de América Latina, confluyen año tras año a los Estados Unidos en pos de ese sueño bandadas de hombres y mujeres, al igual que confluyen las golondrinas a San Juan Capistrano. Así lo hicieron los protagonistas de esta historia. Sin embargo, sus cualidades y sus limitaciones, así como la problemática del tráfico de droga endémico para Colombia, los llevaron, como los vientos llevan a un velero sobre las olas embravecidas del mar, a una serie de situaciones angustiosas, tristes, felices, increíbles, letales. en donde su valentía, inteligencia, constancia, astucia y amor se pusieron a prueba al rojo vivo! Su odisea es tan real como inverosímil, y las situaciones por las que ellos pasan nos llevarán de la admiración al suspenso, de la risa a la ternura, de la intriga al asombro. En el horizonte de esta historia despuntan verdades e incógnitas trascendentales. Entre las verdades trascendentales (y ejemplares diría yo) están: el amor conyugal, el amor al trabajo, el valor, la comprensión, la fe. Entre las incógnitas trascendentales resuenan las siguientes: ¿Puede el hombre en realidad ser ´el arquitecto de su propio destino´? ¿Puede ser la superstición otra forma de la fe? ¿Tienen, nuestros nombres alguna influencia en nuestras vidas? ¿Es la corrupción una lacra continental inacabable?... Las luchas, victorias y fracasos de estos seres excepcionales reflejan nuestras propias luchas, victorias y fracasos, y nos transportan a una dimensión mágica antes de que nuestros héroes puedan alcanzar ese anhelado sueño. y aún después de alcanzarlo. O ¿se podrá decir acaso que ellos sí lo alcanzaron? Veamos.