Fabrizio escuchó algunos gritos y se acercó a la puerta para entender lo que decían, pero de repente las voces se calmaron, sin embargo, él necesitaba enterarse por lo que le indicó a su hermana que le ayudase con unas cajas que había en un rincón y escaló hasta alcanzar el techo, poniendo todo su esfuerzo en mantener el equilibrio para poder observar lo que sucedía afuera. Vio cómo el jefe y uno de los hombres se subían a un auto y se alejaban, no llevaban las caras cubiertas pero la oscuridad y la distancia le impidieron verlos con claridad. 10