Este libro aborda el discurso médico producido en el ámbito académico-institucional por José M. Ramos Mejía y José Ingenieros, entre 1890 y 1910 en la Argentina. La investigación indaga, desde la perspectiva del Análisis del Discurso, el modo en que se instalaron y se enseñaron métodos de observación, clasificación y examinación de distintos "sujetos enfermos" (degenerados, toxicómanos, alienados) en una sociedad convulsionada por el impacto inmigratorio. En este orden se recuperan las preocupaciones por detectar a los denominados "simuladores" de enfermedades, quienes se conformaron en una problemática psiquiátrico-criminológica que resultó clave durante este período y que tuvo repercusiones en distintas manifestaciones culturales. Asimismo, el libro se introduce en el desafío de Ramos Mejía e Ingenieros por instruir a los alumnos de medicina en el marco de una cultura letrada que superara el aprendizaje de un conocimiento clínico autónomo. A partir del estudio de estas y otras cuestiones, se busca dar cuenta de los posicionamientos científicos, académicos y políticos en la conformación de este discurso.