El día que nunca termina es una obra de teatro donde confluyen distintos aspectos del andamiaje psíquico del ser humano. La historia se desarrolla en una prisión de máxima seguridad donde un condenado a muerte espera el cumplimiento de su pena. Las últimas horas previas a la ejecución transcurren dentro de la turbulencia de sentimientos producida por una muerte inminente. La hipocresía social, los vínculos enfermos de un sistema que vive de apariencias y la mentira como vía de escape en el entramado existencial se van densificando en la medida en que la obra se desarrolla.El autor logra plantear el conflicto humano y sus miedos emergentes desde una situación límite donde el infierno aparece como territorio real. El sorprendente desenlace cierra una experiencia rica en metáforas para el lector que se sumerge en este inquietante día que nunca termina...