En esta obra, André Green examina con cuidado la trayectoria del psicoanálisis de las relaciones de objeto en su tratamiento de lo sexual y cruza sus ideas en cotejo polémico con las de Jacques Lacan y las de Jean Laplanche acerca de la pulsión y la prioridad del otro. Desde su experiencia clínica y teórica, propone pensar juntos los dos términos del par pulsión-objeto. La pulsión es la matriz del sujeto, y se puede decir que el sujeto arraigado en las pulsiones es la forma primera de las exigencias que implican una voluntad. El yo es actuado por aquellas y tiende a ligarse al objeto como a su complemento.