Eugenia Tenenbaum revive en este libro períodos históricos desde la Antigüedad hasta el siglo XX, con el objetivo de disfrutar de las obras de arte que vieron la luz en esas épocas. Gracias a su voz rigurosa y cercana, nos reconciliaremos con el placer inmenso que nos ofrece el arte sin otro requisito que nuestras ganas. A lo largo de todo el recorrido, sin embargo, se nos obligará a volver a mirar, una y otra vez, para encontrar algo nuevo. Porque cuestionar lo que sabemos es la única manera de comprender mejor quiénes somos, y de conseguir que el arte sea algo para todos. La forma en que entendemos el arte islámico medieval afecta a la forma en la que reaccionamos a los conflictos migratorios actuales. Nuestro desinterés por las obras de Hilma af Klint, María Blanchard o Lee Krasner afecta a la forma en que tratamos a nuestras colegas en el trabajo, a nuestras madres, a nuestras hermanas, a nuestras parejas. Esa es la importancia de la mirada inquieta, la de ver donde otros no ven, allí donde la injusticia se disfraza de saber.