De las crisis personales (y colectivas) que nos sacuden es posible destilar una ética fuerte, reparadora y liberadora para estar en el mundo con los pies en la tierra, la cabeza clara y el corazón abierto. Este libro es una invitación a vivir la experiencia meditativa como un gesto radical de afrontar nuestros pesares y fantasías. Es un mapa preciso que nos acerca, etapa a etapa, a la visión clara que surge del cultivo de la atención y la destilación de nuestra sabiduría. El autor desmitifica con inteligencia un pretendido camino espiritual y nos abre a la espontaneidad de ser lo que somos, como una danza creativa en medio del misterio que nos rodea. La meditación es volver silenciosas las fronteras que nos separan.