Junto al Nuevo Testamento hay una multitud de relatos y discursos que frecuentemente se llaman "apócrifos". Pero, ¿qué tienen en común el amable "Protoevangelio de Santiago" y el difícil "Evangelio de Judas"? Este trabajo se ha redactado para ayudar al lector a orientarse en esta abundante literatura. Después de una ojeada a los caminos por los que nos han llegado estos escritos, se intentará una definición precisa antes de pasar revista, de forma cronológica, a unos cincuenta textos dedicados a María, a Jesús y a sus apóstoles.