A Erwin Rommel, audaz, intuitivo, carismático, excelente táctico, la llegada de Hitler al poder le situó, por azar, en una posición que supo aprovechar. A partir de entonces, su carrera fue meteórica, tanto en Francia como en el norte de África. ¿Fue superior a otros compañeros de armas o era más un producto propagandístico? ¿Admiraba a Hitler o acabó participando en la conjura para asesinarle? En este libro el lector encontrará elementos para reflexionar sobre estas y otras preguntas.