Las representacions del poder femenino (diosas, espíritus, demonios y santas) han ocupado a lo largo de los siglos un lugar central en las creencias de muchas culturas. Representaciones simbólicas y encarnaciones de un poder espiritual, imágenes que nos hablan de los ciclos naturales de la fertilidad y de la continuidad de la vida. Personifican el deseo y la pasión, el caos y la harmonia. Se asocian con brujerias y maleficios, representan la independencia femenina y se situan al margen de la sociedad. Son una Fuente de autoridad y liderazgo que ponen al Servicio de la comunidad. Encarnan el amor incondicional, la compasión y la salvación. Son veneradas y, al mismo tiempo, temidas.