Edward Lear (Londres, 1812-San Remo, 1888) fue el último de veintiún hermanos, desde la adolescencia tuvo que ganarse la vida como ilustrador de libros de botánica, zoología y tipografía en diversos lugares, incluido el British Museum, hasta que el conde de Derby le invitara a dibujar las aves de su zoo privado. Para los nietos del conde escribió sus minúsculas y famosas composiciones humorísticas conocidas como «nonsense», ilustradas con viñetas. La forma lírica que E. Lear hizo famosa es el «Limerick», breve estrofa rimada, de donde tomó su estructura para elaborar nonsenses memorables, casi siempre retratos exagerados y caricaturescos de personajes extravagantes y patéticos, habitantes de un mundo loco pero no siempre inocente. El gusto por la paradoja, la ironía y la invención verbal, inscriben su obra, como la de L. Carroll, en la corriente irracional de la literatura inglesa, imperando y celebrando la lógica del absurdo. «A nuestro parecer E. Lear es cronológica y esencialmente el padre del desatino;lo consideramos superior a L. Carroll. Mientras el país de las maravillas de Carroll es puramente intelectual, Lear introduce otro elemento diferente: trabaja el tono de lo poético y emocional». G. K. Chesterton