MARIO BENEDETTI (Paso de los Toros, 1920- Montevideo, 2009) escribe sin comas, no las necesita. Todos los sueños y los sacrificios laborales y las horas rutinarias de la vida en una oficina se convierten en poesía. Y el sueldo, y el aguinaldo, y la cuenta corriente, y los hijos del jefe, y la vida del jefe y las vacaciones son objeto de poemas sencillos, aéreos, llenos de pequeñas verdades luminosas. Porque Benedetti tiene un talento especial para la ternura y la levedad. Si uno se pregunta por la razón del éxito de la poesía de Benedetti debe encontrar la respuesta en la humildad, la modestia, la afabilidad que exhiben estos poemas. Son poemas frente a la historia. Son poemas que aspiran a retratar un mundo injusto, pero la crítica de la injusticia se hace siempre desde la ironía cordial, que recuerda a la poesía de Ángel González. Benedetti es un poeta popular porque celebra la esperanza y el sentimiento, y eso hace de él un poeta amado por sus lectores. La poesía de Benedetti es una poesía esperanzada, y este mundo sigue necesitando mucha esperanza. MANUEL VILAS