El presente y el futuro de la Unión Europea siguen siendo una fuente de inquietud para sus ciudadanos, pero también para sociólogos, políticos y funcionarios cualificados de sus instituciones. Desde finales del mes de mayo de 2019, tras las elecciones correspondientes (en las que a la postre participó el Reino Unido, a la espera de que su brexit llegue o no a finales de octubre de 2019), se ha abierto para el Parlamento Europeo una nueva legislatura. En julio de este mismo año se han renovado las Presidencias del Consejo Europeo, de la Comisión y del Banco Central Europeo, y ha sido designado como alto representante para Asuntos Exteriores y de Seguridad un español, Josep Borrell. A todos ellos les esperan grandes desafíos. Pues no cabe decir que la Unión Europea se encuentre en su mejor momento. Debió superar una importantísima crisis económica que estalla en 2008, y que ha ido capeando;se enfrentó a una crisis gravísima con el aluvión de solicitantes de asilo y/o refugio, que sigue alimentando los temores, como el ya expresidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, puso de manifiesto en su discurso sobre El estado de la Unión 2018. Y no solo. La Unión debe afrontar el brexit;encarar con mano firme la deriva de los gobiernos de algunos Estados miembros hacia una «democracia iliberal»;gestionar adecuadamente los intentos de desestabilización separatista en algún otro, e insuflar fuerza en la debilidad de la Unión como Actor Global de las Relaciones Internacionales, lo que no será fácil en una etapa en la que el multilateralismo retrocede y los bloques emergen (la Unión misma juega sus cartas: recientes Acuerdos con Japón, con Canadá o con Mercosur). Solo por esto parecía obligada la tercera edición (revisada y actualizada) de este libro, que da cuenta de estos temores y retos y estudia la evolución del proyecto de integración desde sus inicios, cómo deben funcionar las instituciones de la Unión Europea para hacer frente a tantos y tan importantes cambios, cuáles son las herramientas jurídicas con las que la Unión podría ir perfeccionando ese impresionante entramado que su ordenamiento jurídico encarna y, en fin, qué relaciones nacen y se entrecruzan entre el Derecho interno, nuestro Derecho, y el ordenamiento jurídico de la Unión. Pero además, este libro no puede dejar de considerar esa cuestión fundamental que para los ciudadanos de la Unión representa comprender qué es esta más allá de la economía. ¿Qué otros derechos tienen los nacionales de los Estados miembros?, ¿en qué otros Estados miembros pueden ejercerlos?, ¿qué supone, en fin, para el estatuto del ciudadano europeo, la irrupción, como Derecho primario de la Unión, de ese texto, enigmático a veces en cuanto a su alcance y límites últimos, llamado Carta de Derechos Fundamentales de la Unión?