Hacia el 449 d.C., Atila, el rey de los hunos, es el señor de la guerra más poderoso del mundo y se dispone a atacar Occidente. Los líderes romanos envían una embajada al campamento de Atila con la excusa de conseguir un acuerdo diplomático y sobornar a uno de los lugartenientes para que tome parte en una conspiración y asesinar a su líder. A esta misión se unirá Jonás. La conspiración es descubierta y Jonás es tomado como rehén. Consciente de que su vida corre un serio peligro, comprende que para sobrevivir tendrá que recurrir a sus habilidades. Mientras planea su huida, se apodera de un elemento decisivo en la inminente guerra. Para salvar el imperio, debe llevar no sólo una advertencia, sino una antigua espada que ayudará a preparar Roma para la mayor batalla de la historia, cuyo resultado determinará el futuro de la civilización occidental.