Penetrar en la visión del mundo de Dante es el objetivo de la peregrinación que Horia-Roman Patapievici emprende en este ensayo. Dante se habría esforzado, según el autor, por conciliar en su cosmos lo teológico y lo científico-político, cuestión irresoluble para sus contemporáneos. Poeta extraordinario y experto conocedor de la cultura científica, filosófica y teológica de su tiempo, Dante describe en los últimos cantos del Paraíso un mundo absolutamente distinto al entrevisto por la crítica: se trata de un cosmos no euclidiano, asombrosamente afín a las teorías del universo formuladas siglos después por Einstein. La belleza de su poesía es indisociable de esa tensión, de esa voluntad de reconciliar a Dios con la Razón, desde la que su cosmología parece tender un puente entre la concepción del universo de la Edad Media y las teorías de la física cuántica y del Big-Bang hoy vigentes.