Continúan las aventuras de François, un pillastre de dudosa ocupación,y Jeanne,una joven miembro de la Resistencia, en una Francia que sigue convulsionada y aturdida por la ocupación nazi de la Segunda Guerra Mundial. Retazos de cruda realidad aderezados con un dibujo preciosista componen este singular retrato que hace Gibrat de un momento trascendental de la historia.