Esta es la historia de unos españoles que, durante un período de sus vidas -impulsos de juventud-, quisieron ser soldados;de las razones que, en un tiempo distante y por ello a veces incomprensible para el hombre actual, los llevaron a luchar contra el comunismo en el lejano Frente Oriental, durante la Segunda Guerra Mundial, en las filas de la División Azul. Varios cientos de miles de españoles de hoy tuvieron un familiar en aquella unidad, porcentualmente quizás una de las más condecoradas de aquel conflicto, y a buen seguro que aún se preguntan por el porqué y el para qué de aquella decisión. Desde una perspectiva sociológica, que a veces se convierte en un auténtico estudio antropológico, donde se aúna lo cuantitativo y lo cualitativo, Francisco Torres, trabajando sobre una muestra significativa de más de casi millar y medio de voluntarios, con prosa fácil, no extraña al recurso literario en el retrato humano, con tensión en el relato bélico, nos invita a sumergirnos en la vida de aquellos soldados, en una realidad poliédrica, para, desde una ingente documentación de carácter privado, personal, acercarnos a ellos como si el tiempo se hubiera detenido en aquellos instantes, desligando a los hombres y los hechos de evoluciones personales posteriores, de las readecuaciones de lo vivido al devenir de la historia. Un texto en el que los soldados, unos hombres que se van convirtiendo con el paso de las páginas en auténticos soldados de hierro, son los únicos protagonistas de lo que se transforma, sin apenas percibirlo, en una increíble biografía múltiple de cientos de protagonistas que nos aleja de estereotipos interesados, de dibujos distorsionados, para situarnos ante historias de honor, sacrificio, entrega, coraje, camaradería y valor, pero también de lágrimas compartidas con una retaguardia de hierro que, por vez primera, también tiene un espacio propio. Un recorrido que nos lleva desde 1941 hasta prácticamente el tiempo presente porque nos aproxima a la huella que deja en los hombres haber participado en una guerra.