Mérimée traza con maestría en estas "Cartas de España" (1831-1832) unos cuadros de costumbres de la España del siglo XIX que fueron muy apreciados por Unamuno. Mérimée se siente próximo a las tierras que recorre y a las gentes que trata, y de ahí resultan unos relatos llenos de empatía y brillantez.