"En el testamento espiritual que dejó a sus hijos, mi padre nos instó a recordar siempre que éramos ´ciudadanos de mundo´: utilizó exactamente estas palabras. Por ello, hoy quiero hablar de uno de los ideales filosóficos estoicos, un ideal que puede ayudar a la comunidad global en los años por venir, dado que resulta particularmente útil cuando nos enfrentamos a conflictos basados en identidades religiosas, étnicas, raciales y nacionales, tan característicos de nuestro mundo. El ideal al que me refiero, claro está, es el cosmopolitismo."