Una célula de islamistas radicales asalta a sangre y fuego la sede de la televisión argentina, en cuyos estudios se está desarrollando el programa «Gran Hermano». Mientras los terroristas negocian, los concursantes desconocen lo que ocurre en el exterior. Pero pronto serán manipulados y una nueva violencia nacerá. Una metáfora sobre las fronteras interiores de la sociedad de nuestro tiempo.