Sátira mordaz y aguda, esta obra se nutre de las vivencias de Rudyard Kipling en su época como periodista. El premio Nobel británico, buen conocedor de los engranajes mediáticos, teje una deliciosa historia donde se burla de la credulidad popular, pone el foco en los desmanes tanto del poder político como del judicial, y expone los efectos de la manipulación informativa.